Dentro de la correcta gestión de nuestra clínica dental se hace necesaria la adecuada llevanza de la tesorería de la misma, y por ende, debemos ser capaces de medir la salud de la tesorería de la clínica.
Pero, ¿qué es la gestión de la tesorería?
La gestión de la tesorería de una clínica consiste en optimizar la liquidez, con el objeto de garantizar la disponibilidad de los fondos necesarios para la realización de los pagos comprometidos por la empresa en la divisa adecuada y en el momento preciso.
La llevanza de una mala gestión de la tesorería constituye la principal causa de cierre de las empresas en España.
Entre nuestros clientes siempre nos gusta poner el siguiente ejemplo para que tengan presente la importancia de contar con beneficios y de llevar una tesorería adecuada:
Supongamos que nos ofrecen un negocio de Ingresos por 10.000.000 de euros para un período de cinco años, y el gasto supone 1.000.000 de euros en esos cinco años. A priori el negocio es atractivo, ya que el beneficio es de 9.000.000 de euros, pero si añadimos que el cobro se efectúa a final del año quinto y que el millón de euros se ha de pagar en el primer mes del primer año, la cosa cambia, de hecho, si no somos capaces de reunir esa cantidad, el negocio no prospera por ruptura de tesorería.
A tenor del ejemplo anterior, resulta muy necesario llevar un control de la misma, de modo que siempre tengamos un margen suficiente para poder atender nuestras obligaciones en el momento acordado, por tanto, ¿cómo podemos medir la salud de nuestra tesorería?
Existen una serie de indicadores que nos pueden orientar al respecto, sin perjuicio de que un estudio profesional arroje información más precisa.
Señalamos un ejemplo de estos indicadores:
1. Préstamos
¿La clínica se financia con los recursos que genera?, o por el contrario, ¿precisa financiación ajena?
Si la clínica no se financia por sí misma, ¿cómo se solicita dichos préstamos? Si es con plazos de pago próximos a vencer nos lleva a firmar un préstamo de modo urgente, y ello conlleva que se incurra en costes adicionales. O por contra, ¿se ha previsto con tiempo suficiente y se ha estudiado adecuadamente?
La situación de la petición de financiación con urgencia denota una mala planificación de tesorería.
2. Reiteración en solicitud de préstamos
¿He de solicitar préstamos adicionales con frecuencia cuando ya tenemos concedidos otros previamente? Mal síntoma éste, ya que una vez más, no hemos sido capaces de prever las necesidades de liquidez.
3. Aplazamientos en la Administración
¿Con frecuencia he de aplazar los impuestos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, así como tributos locales y seguros sociales de la Tesorería General de la Seguridad Social?
¿Incumplimos los aplazamientos concedidos?
Una vez más, nos encontramos en falta de planificación, ya que hay ciertos modelos tributarios cuyo importe es más o menos invariable durante el año, ejemplo de ello es el modelo 202 Pago fraccionado Impuesto sobre Sociedades en su modalidad del artículo 40.2 de la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades, cuyo importe se puede conocer desde la última entrega del modelo 200 Impuesto sobre Sociedades.
Otro ejemplo lo encontramos en el modelo 115 retenciones e ingresos a cuenta sobre determinadas rentas o rendimientos procedentes del arrendamiento o subarrendamiento de inmuebles urbanos, cuyo valor no variará mientras no varíe la factura que recibamos por arrendamientos. El cual es fácilmente previsible.
4. ¿Nos retrasamos reiteradamente en el pago de los salarios al personal contratado?
Nos facilita la asesoría las nóminas días previos a la finalización del mes y por tanto, podemos prever las necesidades de tesorería en esta materia.
¿Le hemos facilitado la información con tiempo suficiente a la asesoría para la correcta elaboración de las nóminas?
5. ¿Incumplimos con asiduidad los plazos marcados de pago a proveedores?
Es otro indicativo importante de que la tesorería no está correctamente planificada.
6. ¿Contamos con mucha disponibilidad de tesorería?
Es decir, ¿tenemos un elevado importe de liquidez?
Contar con tesorería ociosa también supone un coste, el coste de no rentabilizarla en otros proyectos u otras opciones que podría arrojar rendimientos.
Asimismo, también es resulta importante analizar el balance de situación, que es una foto fija de la situación de nuestra clínica en un determinado momento y la cuenta de pérdidas y ganancias que nos indica los beneficios que tenemos en ese momento.
El análisis de la cuenta de pérdidas y ganancias nos va a señalar si tenemos beneficios, y, por tanto, estamos generando tesorería.
Asimismo, de capital importancia es que las obligaciones que venzan a corto plazo sean inferiores a los cobros que se van a recibir a corto plazo. De este modo, nos aseguraremos de que contaremos con tesorería suficiente para satisfacer los vencimientos próximos. Esto se puede analizar viendo que el Pasivo Corriente es inferior al Activo Corriente.
Técnicamente esta situación nos señala que la empresa tiene liquidez suficiente para atender a sus obligaciones a corto plazo.
No menos importante es contar con un Activo No Corriente superior también al Pasivo No Corriente, ya que ellos nos indican que la empresa es solvente, es decir, tiene capacidad para atender sus obligaciones a largo plazo.
Llevar una adecuada conciliación bancaria y de caja nos dará información referida a las entradas y salida de tesorería y, por tanto, podremos llevar un mejor control.